ESTUDIO
DE CASOS
A continuación
se detallan dos casos que suelen presentarse en cualquier escuela, y como toda
situación que se presenta en el salón, requieren de atención responsable por
parte del docente:
Situación
1: Estudiantes que llegan tarde a clase.
En la Institución Educativa
Técnico Industrial Pedro Castro Monsalvo (INSTPECAM), unos alumnos llegan a
clases tarde de forma ocasional (mucho después de que el profesor ha iniciado
la clase); este comportamiento es más notorio en la primera hora de clases. Un
día el educador llama la atención a estos estudiantes, recomendándole llegar a
clase con puntualidad para evitar distraer a sus compañeros por su intromisión.
Cuando termina de hablar el profesor, uno de los jóvenes le contesta de forma
poco cortés e ingresa abruptamente al salón. Los demás estudiantes observan la
situación y cuchichean entre ellos.
¿Qué
debería hacer como docente?
1.
A corto plazo, es recomendable no llamarle la
atención al estudiante altivo delante de todos y hacerlo, por ejemplo, durante
la tutoría o el recreo. De esta forma, el comportamiento del alumno con
respecto al profesor no llamará la atención de toda la clase, y no se fomentara
el desorden, ya que algunos jóvenes aprovechan cualquier oportunidad para
llamar la atención. Es importante que como profesor, no haga comentarios hacia el
alumno que puedan ser interpretados como agresivos o irrespetuosos y, no dejarse
llevar por sus emociones, ante el comportamiento irrespetuoso del estudiante.
Debe dejar claro que su objetivo es aclarar y buscar una solución a esta
conducta para lo cual debe ser claro en su exposición sin utilizar frases
largas.
2. A largo plazo, el educador puede imponer una medida
que motive a los estudiantes a respetar el horario de clases. Por ejemplo,
aquellos educandos que lleguen mucho después de iniciada la clase, tendrán “punto
negativo” por la impuntualidad, puntos que se restarán en su calificación final
en cada periodo. Como es probable que en ese grupo de estudiantes, haya uno o
dos que sigan con la impuntualidad, hay que examinar mecanismos que impidan que
esa norma de los “puntos negativos” los afecte notoriamente en su rendimiento académico,
como por ejemplo llamándolos a participar más en clases. También se puede usar “la
penitencia” como castigo por llegar tarde, como otra opción. Acción que no los
afectará académicamente y motivará a llegar más temprano para evitar pagar la penitencia
delante de sus compañeros. Si se usa el método de la penitencia, debe aclararse
a todos los estudiantes que dichas penitencias no serán acciones que afecten física
o emocionalmente a los impuntuales, así se garantiza el respeto de la dignidad
de los estudiantes infractores.
Situación
2: Trastornos alimenticios
En el INSTPECAM, una docente
observa que hay una alumna en su clase que al parecer no se está alimentando
bien, puesto que al iniciar el año escolar, la chica se veía saludable y
realizaba sus actividades con gran vitalidad. Sin embargo en los últimos meses,
la profesora nota que la joven ha perdido mucho peso, y en las horas de recreo,
son pocas las veces que la ve merendar. La maestra, habla con una de las amigas
de la joven, con tal de confirmar sus sospechas y averiguar el motivo por el
cual la alumna haya perdido tanto peso, descubre que esto se debe a que la
joven ha dejado de alimentarse adecuadamente por su propia voluntad, con tal de
verse más “delgada y bonita”.
Análisis
de la situación
¿Qué
alternativas tiene la docente para resolver la situación?
La docente tiene distintas
posibilidades para tratar de solucionar la situación, tanto dentro del aula de
clases, como también por fuera, solicitando la ayuda de los demás docentes, de
la sicorientadora de la institución, de los padres de la joven, de sus amigos más
cercanos y de algún nutricionista de ser posible.
¿Cómo
podemos abordar este tipo de problemas dentro y fuera de clases?
Como profesores debemos
trasmitir a nuestros alumnos que una alimentación equilibrada es muy importante
para el desarrollo físico e intelectual de niños y adolescentes. Nosotros, como
docentes, ocupamos un lugar privilegiado a la hora de detectar la presencia de
trastornos alimentarios en los alumnos, pues convivimos con ellos gran parte
del día y somos testigos de su comportamiento.
¿Cómo
puedo ayudar a un(a) estudiante que presenta trastornos alimenticios?
En primer lugar es
conveniente hablar con el(ella) en privado, para hacerle entender la
importancia de los hábitos alimenticios: hacer cinco comidas, comer sano y de
todo en cantidades razonables. En segunda instancia, se debe instruir en el salón
que este tipo de comportamiento puede acarrearles no sólo problemas de salud,
también un bajo rendimiento académico y situaciones de conflicto en el mismo
hogar.
Estrategias
de resolución.
• Estas situaciones se deben
comunicar inmediatamente a las familias, de forma que sus padres sean
conscientes, desde el primer momento del problema que sufren sus hijos(as) y
puedan afrontarlo.
• Además, es importante la
actuación del psicopedagogo del centro, quien debe promover actuaciones para,
en la medida de lo posible, y en coordinación con los padres, ayudar a resolver
el problema.
• También es importante
realizar actuaciones de cara al grupo relativas a la importancia de una alimentación
adecuada, y a los trastornos que pueden ocasionar patologías.
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